diumenge, 28 d’octubre del 2012

SONETO XCVIII - Cien sonetos de amor (Pablo Neruda 1959)

Y esta palabra, este papel escrito
por las mil manos de una sola mano,
no queda en ti, no sirve para sueños,
cae a la tierra: allí se continúa.

No importa que la luz o la alabanza
se derramen y salgan de la copa
si fueron un tenaz temblor del vino,
si se tiñó tu boca de amaranto.

No quiere más la sílaba tardía,
lo que trae y retrae el arrecife
de mis recuerdos, la irritada espuma,
no quiere más sino escribir tu nombre.

Y aunque lo calle mi sombrío amor
más tarde lo dirá la primavera.